Por Ximena Henríquez, CEO TRES0
Comienza marzo, el mes de la mujer, y es necesario reflexionar sobre el difícil camino que como mujeres hemos debido recorrer para abrirnos espacios en diferentes áreas e industrias, incluida la industria minera, las cuales por años han sido lideradas por hombres.
Una realidad que en nuestro país se vivió hasta 1996 cuando fue eliminada del Código del Trabajo la restricción que impedía que las féminas trabajaran en los yacimientos mineros, permitiendo recién hace 25 años que nosotras pisáramos una mina y pudiéramos avanzar en esta importante industria.
Desde esa fecha el camino ha sido pedregoso pero explosivo. Actualmente, la participación de las mujeres en la industria minera alcanza un 12,2%, según estadísticas del año 2021 entregadas por el Estudio Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena, y se espera que año a año vaya aumentando y la equidad de género en este terreno pase de ser un ideal, a la realidad.
El desafío es seguir abriendo puertas, no solo a profesionales consolidadas si no a las nuevas generaciones, para que desde sus primeros pasos laborales vean a la industria minera como una oportunidad de desarrollo. De esta manera, impulsar la formación técnica es un buen comienzo, esto permitiría ingresar al mercado laboral minero una dotación femenina más joven y en un tiempo menor.
La inclusión femenina en minería a pesar de su poco tiempo en Chile, hoy ostenta cargos directivos y gerenciales. Empresas como TRES60 que presta servicios a la gran minería en Chile hace más de 30 años, apostó por una mujer para liderar a su equipo, es así como del año 2020 lidero esta compañía.
Esa es la senda que se debe seguir, y aunque es un trabajo arduo, ser parte de organizaciones como Woman In Mining y Compromiso Minero, nos ayudan a unificar y poner en alto la necesidad de una paridad de género en la minería donde el gran paso es entender que el poder femenino no tiene límites.