Por Jorge Castro, Líder de Ingeniería de Servicios TRES60.
¿Pueden las máquinas pensar?, es la pregunta que plateó Alan Turing hace 72 años atrás. Para abordar esta interrogante, propuso realizar lo que llamó el “Juego de imitación” que básicamente consiste en que un evaluador realiza una serie de preguntas de diversa índole a una persona y a una máquina. Si al final del juego no logra discriminar cuál de ellos es el humano y cual la máquina, entonces se concluye que se está en presencia de una máquina inteligente.
Por sus aportes en el desarrollo de los primeros algoritmos (máquina de Turing), técnicas criptográficas y la informática teórica, se reconoce al matemático Alan Turing como uno de los padres de la ciencia de la computación y la informática moderna.
Desde entonces, se han logrado grandes avances en el campo de la computación, aproximándonos cada vez más al punto en que sea cotidiano interactuar con sistemas en los cuales no se tenga certeza si se está interactuando con una máquina o un humano.
Si bien es cierto desde mediados del siglo pasado se habla de inteligencia artificial (IA), es a partir de este siglo y especialmente de la última década que ha tomado un desarrollo vertiginoso en distintos aspectos de nuestra vida y en la industria.
Si nos enfocamos en los procesos industriales, un paso importante está dado por el despliegue masivo de sistemas recolectores de datos, el incremento en la capacidad de almacenamiento y el elevado poder de cómputo disponible, complementado con la aplicación de disciplinas tales como: neurociencia computacional, machine learning, robótica e IoT, entre otras.
No obstante, aún existe una importante brecha digital que abordar. De acuerdo con el “Estudio de capacidades para la Industria 4.0” desarrollado por Circular HR consultora de Fundación Chile, e Interlat Digital Enterprise Intelligence, el 45% de los encuestados no cree que sus organizaciones estén preparadas en el uso eficiente de estos procesos tecnológicos y en promedio solo un 11% cree tener un alto nivel de formación en éstos.
Actualmente, TRES60 está impulsando el avance hacia la transformación digital en distintos frentes. Un caso para destacar está relacionado con la integración de herramientas de IA para optimizar el proceso de recuperación ante desastres (DRP), en donde la toma de decisiones de alta complejidad en el menor tiempo posible y con mínima probabilidad de error es de vital importancia para asegurar la continuidad operacional.
El trabajo de Alan Turing sentó las bases para lo que en este siglo se conoce como la cuarta revolución industrial, y que abre un horizonte de transformaciones sólo limitado por la imaginación humana y potenciado por el apoyo de las máquinas.