Desde hace décadas la Inteligencia Artificial ha venido abriéndose camino en la minería chilena, pero aún existen brechas culturales que la frenan, que le hacen tener miedo y desconfianza a una tecnología que está pensada para ser un verdadero salvavidas para la industria y sus trabajadores.
Primero, se debe tener claro que la AI no es solo generar códigos, programas e interfaces, es una herramienta de soluciones tecnológicas aplicadas a problemas domésticos y habituales de una compañía y, por ello, antes de implementarla se debe conocer los hábitos de la empresa y su cultura para no generar fricciones internas entre la máquina y las personas.
Segundo, debemos atrevernos, hacer el cambio y dar un paso al futuro, sumarla a las tareas diarias y que no solo sea una herramienta de las elites con implementación exclusiva en las gerencias, se debe aplicar poniendo a los trabajadores y a los propios usuarios de nuestros servicios en el centro de los beneficios que apalanquemos.
Lee la columna completa, publicada en la revista Minería Chilena, acá: https://bit.ly/3Gj7sQn